Recién terminé Basilisk y me encuentro falto de palabras para expresar lo grandiosa que ha sido esta serie. Te entregan un anime de ninjas en dos clanes que se odian a muerte deben de luchar para decidir quién será el nuevo shogun del país y, además, poder aniquilar a los rivales, algo que todos han estado deseando desde hace muchos años. Cada clan luchará con 10 ninjas y marcarán su nombre en un pergamino. El clan con más sobrevivientes será el vencedor. El problema está en que los sucesores de los líderes están enamorados, pero eso lo hablaremos después. Primero, son 10 ninjas, por lo que pensé “aquí habrán muchas batallas largas y épicas”. ¡Pues no! Me sorprendió ver la rapidez con que se estaban dando los hechos y como lo hacían. Como dicen bien, en la guerra y el amor todo se vale. Dado que se estaban enfrascando en batallas muy rápidamente y que me gustaban las luchas pensé “la serie va a decaer, después de todo es Gonzo quien la hace”. ¡Pues no! La serie no cae en ningún momento, más bien te sigue atrapando en la trama a tal punto que a veces prefería no ver los prólogos para llevarme la sorpresa de cualquier evento que se pudiera dar. Otra cosa a su favor fue la ambientación. Casi siempre la serie transcurría en las horas de la noche, lo que daba un ambiente oscuro, desolador, de cierta manera lúgubre, con ráfagas de viento que parecían estar invitando a la muerte en cada momento. Pero entre todas estas batallas está el amor que sienten Oboro y Gennosuke. No sé si debería de decir que la designación del nuevo shogun es una historia secundaria, ya que la principal razón de la batalla es esa, ver quién será el nuevo shogun, pero casi todo el anime gira en torno a la relación imposible entre los siguientes líderes de los clanes. Verdaderamente me recordó a Romeo y Julieta. Amores, desamores, traiciones, encuentros inesperados y fatídicos, cada vez que alguno de los miembros de un clan perdía la vida podías palpar como incrementaba el odio hacia los perpetradores, como se agrandaba esa sed de venganza y como se disfrutaban el aniquilar a sus oponentes. Algunos de ellos harían cualquier cosa con tal de ganar ventaja y llegar al poder. Imperdible e imprescindible, simplemente genial con un final que hace lo que todo final de serie debe de hacer; coronar con grandeza un anime que fue, de principio a fin, magnífico.




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